Los tratamientos basados en células madre ayudan a conseguir recuperaciones más estables y menos lesivas que las logradas con las operaciones
Hoy los jugadores duran más y están mejor preparados. El deporte, en algún momento, dejó de ser un juego. Se convirtió en oficio y se fue profesionalizando. Entró el dinero en grandes cantidades y con él se evidenció la necesidad de cuidar lo mejor posible a los protagonistas, pues es una labor en la que el talento es clave y no replicable con facilidad. Las lesiones son un factor deportivo, pero también económico. Tener a un jugador en la enfermería es perder dinero. Y por eso acortar la recuperación es un salto tremendo para cualquier empresa que se precie.
La medicina avanza y el último grito tiene que ver con los factores de crecimiento y las células madre. Es un método que han utilizado grandes deportistas como Rafa Nadal o Kobe Bryant, el futuro, pero también el presente de las recuperaciones de futbolistas, deportistas y, probablemente, después de todos los demás ciudadanos con problemas físico. «Los tratamientos de terapia celular son diversos por la patología, utilizan factores de crecimiento específicos extraidos por el plasma, y buscan la imlpantación de forma selectiva en las zonas afectadas», explica Juan Carlos de Gregorio, CEO de las clínicas CRES, muy avanzadas en la implantación de estas técnicas.
La mayor parte de la investigación científica de las últimos tiempos tiene las células madre como centro de los avances. «Es la línea de investigación más sólida en la medicina, donde se están centrando los mayores esfuerzos a nivel de muchísimas patologías diferentes, desde roturas medulares a ictus, problemas cardiovasculares, pancrieáticos«, cuenta de Gregorio, que calcula que el 80% de la investigación hoy se fija en estas técnicas. También el tratamiento de células madres en el marco legal que ahora mismo está reconocida por las agencias del medicamento.
Y para el deporte, ¿en qué consiste? «Se extrae plasma de la fracción estromal vascular, que es muy rica en células madre y se implanta en las zonas periféricas de la lesión generando una regeneración«. Es decir, se utiliza tejido propio, generado por el propio lesionado, concretamente de la grasa del abdomen. Ese elemento se implanta en las zonas grasas de la lesión, que pueden ser «patologías musculares, tendinosas y articulares». La propia zona reacciona con los compuestos propios y consiguen así mejorar de forma rápida lesiones que antes estaban abocadas a pasar por el quirófano.
Más que «recuperación rápida, es más segura»
«A nosotros no nos gusta decir que la recuperación es más rápida sino que es más segura, porque la cicatrización es mejor, pero es cierto que con esta medicina regenerativa, que lo que hace es utilizar mecanismos propios de regeneración de nuestro propio organismo amplificados, la recuperación es más eficaz«, cuenta De Gregorio. Esa «implantación de células madre en grandes cantidades en lugares localizados» hace que los tejidos se repongan con mayor facilidad, según el científico.
Evidentemente cada dolencia tiene una forma de aplicación y una aproximación diferente. «En función de la lesión se buscan cuestiones diferentes, para una terapia muscular se usan factores de crecimiento selectivos, de forma autónoma, a dosis altas en la lesión. Cuando es un esguince o una cuestión cartilaginosa se utiliza la capacidad regenerativa implantada en la zona grasa de la articulación», relata el CEO de CRES, siglas de Clínicas de Recuperación del Estado Saludable.
En cuestiones de medicina deportiva siempre queda de fondo el telón del dopaje, en ocasiones se confunde la ciencia y la investigación con la trampa, pero estas técnicas, que se van extendiendo, no tienen a las autoridades deportivas en contra. No al menos por el momento, y De Gregorio tiene claro que no debería nunca ser considerado como algo proscrito: «En estos momentos es una práctica extendida y la AMA no se ha pronunciado, no sé si se manifestarán dentro de poco, nosotros no estamos forzando el sistema, simplemente estamos poniendo sistemas de recuperación propios. No podemos pronunciarnos a futuro porque hay muchos intereses, pero como científico te digo que tiene una limpieza absoluta. No se trata para mejorar el rendimiento, solo para recuperar lesiones, es el tratamiento de una patología«. En ese sentido quieren dejar claro que este no es un sistema para mejorar el rendimiento, sino únicamente para mejorar lesiones. «Está más cerca de un concepto de medicamento», explica de Gregorio, cuya empresa tiene ya clínicas en Madrid, Zaragoza, Valencia y Palma de Mallorca.